Obesidad y salud mental
Sábado, 01 de Enero de 2011 06:44 Néstor Aller Fenández
La obesidad es uno de los más importantes problemas de salud en los países desarrollados. Su importancia deriva de ser considerado uno de factores de riesgo asociado a enfermedades tales como: hipertensión, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, afecciones de las vías biliares, asma, fatiga crónica, apnea del sueño e incluso algunos tipos de cánceres.
Si bien ha sido tradicionalmente asociada a factores genéticos, consumo abusivo y desordenado de comida prolongado en el tiempo y a estilos de vida sedentarios , se le ha prestado menor importancia a su relación con los estados anímicos y nuestras formas de pensar y sentir.
Con mucha frecuencia, por ejemplo la obesidad se encuentra asociada a la depresión, existiendo entre ambas una relación circular, en las que las dos se influyen mutuamente. Quiere esto decir, que muchos depresivos acaban convirtiéndose en obesos y muchos obesos acaban desarrollando trastornos depresivos.
Las mujeres tiene un mayor riesgo de verse atrapadas en este ciclo de obesidad depresión que los hombres. Hay estudios que han demostrado , como la obesidad se asociaba a una probabilidad de hasta el 37% de padecer depresión. En idéntica medida se ha comprobado la relación existente entre un alto índice de masa corporal y la mayor frecuencia de pensamientos suicidas .
Por otra parte la depresión tiene un componente ansioso, en la misma medida que la ansiedad tiene un cierto componente depresivo. Una de las formas tradicionales de aliviar la ansiedad ,ha sido recurriendo al consumo de comida lo que provoca un incremento en la ingesta calórica que conduce a la aparición de sobre peso y obesidad.
En idéntica medida el estrés, los acontecimientos vitales estresantes como ,separaciones, divorcios, pérdida de seres queridos, pueden dar lugar a cambios de conducta y de hábitos alimentarios poco saludables que propician también la aparición de obesidad.
No debemos tampoco olvidar los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y bulimia que cursan con síntomas depresivos. En un estudio de personas obesas con problemas de alimentación compulsiva, se encontró que el 51 % tenía un historial de depresión mayor. Otras investigaciones con mujeres obesas y con trastorno por atracones, se mostró que aquellas que recibían bromas relativas a su aspecto, más tarde desarrollaron la insatisfacción con su aspecto y depresión.
Evidentemente estos casos nos señalan la necesidad de dar a la obesidad una respuesta multidisciplinar. La obesidad es un problema complejo, donde son múltiples los factores que inciden en su aparición y desarrollo y en consecuencia su tratamiento debe de ser abordado por diferentes profesionales. En determinadas circunstancias responde a causas genéticas, médicas , pero tampoco debemos olvidarnos de los aspectos conductuales, ni descartar la posible existencia de factores psicopatológicos como causantes o colaboradores en la misma. La intervención del psicólogo se hace fundamental en estos casos, siendo una pieza fundamental para la solución de la misma.
Si Vd. tiene problemas con la comida:
No pretenda soluciones milagrosas, ni pretenda bajar rápidamente su exceso de peso, eso solo la llevará a importantes desequilibrios alimentarios y emocionales que agravarán su problema. Reflexione sobre las causas y motivos que le están impulsando a comer en exceso.
Trate de identificar los tipos de alimentos que consume, su cantidad, el momento en que lo hace.
Recurra a un profesional de la salud mental si detecta que tras su ingesta excesiva de comida hay algún tipo de problema como pudiera ser la depresión o la ansiedad. Analice su estilo de vida y su nivel de actividad.
Si descubre que mantiene un estilo de vida muy sedentario, trate de ir incorporando mayor movilidad. Utilice más las escaleras. Disminuya el uso del coche y vaya andando siempre que pueda.Trate de ir incorporando paseos progresivamente mas largos en su vida.
Trate de buscar apoyos entre familiares y amigos . Está demostrado que bajar de peso es mas fácil cuando se dispone de apoyos sociofamiliares adecuados.Pida a algún familiar o amigo que sea su guardián y poyo para los momentos en los que tenga tentaciones.
Sábado, 01 de Enero de 2011 06:44 Néstor Aller Fenández
La obesidad es uno de los más importantes problemas de salud en los países desarrollados. Su importancia deriva de ser considerado uno de factores de riesgo asociado a enfermedades tales como: hipertensión, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, afecciones de las vías biliares, asma, fatiga crónica, apnea del sueño e incluso algunos tipos de cánceres.
Si bien ha sido tradicionalmente asociada a factores genéticos, consumo abusivo y desordenado de comida prolongado en el tiempo y a estilos de vida sedentarios , se le ha prestado menor importancia a su relación con los estados anímicos y nuestras formas de pensar y sentir.
Con mucha frecuencia, por ejemplo la obesidad se encuentra asociada a la depresión, existiendo entre ambas una relación circular, en las que las dos se influyen mutuamente. Quiere esto decir, que muchos depresivos acaban convirtiéndose en obesos y muchos obesos acaban desarrollando trastornos depresivos.
Las mujeres tiene un mayor riesgo de verse atrapadas en este ciclo de obesidad depresión que los hombres. Hay estudios que han demostrado , como la obesidad se asociaba a una probabilidad de hasta el 37% de padecer depresión. En idéntica medida se ha comprobado la relación existente entre un alto índice de masa corporal y la mayor frecuencia de pensamientos suicidas .
Por otra parte la depresión tiene un componente ansioso, en la misma medida que la ansiedad tiene un cierto componente depresivo. Una de las formas tradicionales de aliviar la ansiedad ,ha sido recurriendo al consumo de comida lo que provoca un incremento en la ingesta calórica que conduce a la aparición de sobre peso y obesidad.
En idéntica medida el estrés, los acontecimientos vitales estresantes como ,separaciones, divorcios, pérdida de seres queridos, pueden dar lugar a cambios de conducta y de hábitos alimentarios poco saludables que propician también la aparición de obesidad.
No debemos tampoco olvidar los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y bulimia que cursan con síntomas depresivos. En un estudio de personas obesas con problemas de alimentación compulsiva, se encontró que el 51 % tenía un historial de depresión mayor. Otras investigaciones con mujeres obesas y con trastorno por atracones, se mostró que aquellas que recibían bromas relativas a su aspecto, más tarde desarrollaron la insatisfacción con su aspecto y depresión.
Evidentemente estos casos nos señalan la necesidad de dar a la obesidad una respuesta multidisciplinar. La obesidad es un problema complejo, donde son múltiples los factores que inciden en su aparición y desarrollo y en consecuencia su tratamiento debe de ser abordado por diferentes profesionales. En determinadas circunstancias responde a causas genéticas, médicas , pero tampoco debemos olvidarnos de los aspectos conductuales, ni descartar la posible existencia de factores psicopatológicos como causantes o colaboradores en la misma. La intervención del psicólogo se hace fundamental en estos casos, siendo una pieza fundamental para la solución de la misma.
Si Vd. tiene problemas con la comida:
No pretenda soluciones milagrosas, ni pretenda bajar rápidamente su exceso de peso, eso solo la llevará a importantes desequilibrios alimentarios y emocionales que agravarán su problema. Reflexione sobre las causas y motivos que le están impulsando a comer en exceso.
Trate de identificar los tipos de alimentos que consume, su cantidad, el momento en que lo hace.
Recurra a un profesional de la salud mental si detecta que tras su ingesta excesiva de comida hay algún tipo de problema como pudiera ser la depresión o la ansiedad. Analice su estilo de vida y su nivel de actividad.
Si descubre que mantiene un estilo de vida muy sedentario, trate de ir incorporando mayor movilidad. Utilice más las escaleras. Disminuya el uso del coche y vaya andando siempre que pueda.Trate de ir incorporando paseos progresivamente mas largos en su vida.
Trate de buscar apoyos entre familiares y amigos . Está demostrado que bajar de peso es mas fácil cuando se dispone de apoyos sociofamiliares adecuados.Pida a algún familiar o amigo que sea su guardián y poyo para los momentos en los que tenga tentaciones.
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